Evangelio del día – Lectio Divina Mateo 20, 20-28
Lectio Divina por Lina Delgado de Colombia
INVOCACION AL ESPIRITU SANTO
Espíritu Santo de Dios ven sobre mi a esta hora, prepara mis sentidos y mi para escuchar tu voz… ven Espiritu Santo y sopla sobre ésta tu vasija frágil de barro, porque todo nos viene de ti Señor Bueno.
Amén
Evangelio según San Mateo 20,20-28
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?»
Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.»
Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?»
Contestaron: «Lo somos.»
Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre.»
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.»
Palabra del Señor
LecturaQué dice el texto?
Nos encontramos ante un pasaje donde aparece la mamá de los zebedeos haciendo una petición un poco controversial para los demás apóstoles; Jesus la oye y les pregunta si ellos están dispuestos a beber del cáliz que El beberá a lo que ellos responden que si. Les aclara que esa desición no le toca a El sino a quien El Padre así lo vea conveniente y finaliza con la frustración de los otros del grupo y la enseñanza final de servir a todos y hacerle último para ser el primero.
MeditaciónQué me dice el texto?
Me hace la invitación a tres cosas:
1. A dar gracias a Dios que siempre está atento a todo lo que necesitamos.
2. A contar con la opinión del Señor a través de la oración en mis desiciones y peticiones que necesite.
3. A no quedarme esperando nada a cambio de algo que hago en su nombre, lo que el Señor a bien tenga para darme, será siempre bueno, en el momento oportuno y me hará bien aun cuando a veces cueste un poco.
Oración
Señor, aquí estoy, desde mi barro, pues todo me viene por tu gracia y nada soy sin ella; enséñame como a Santiago a buscar siempre no lo que me de reconocimientos y honores, que solo sea yo respondiendo con sencillez en lo que pueda colaborar desde mi pequeña vasija de barro
Amén
Contemplación
«No será así entre ustedes… El que quiera ser grande que sea servidor»
Acción A qué me comprometo?
hoy pediré no solo por mi y mis intenciones diarias, hoy haré una petición especial por alguien o algunos o diversa situación que lo necesite más sabiendo o no su realidad.