Evangelio del día – Lectio Divina Juan 10, 31-42
Lectio Divina de hoy 22 de marzo 2024
Viernes V Semana de Cuaresma
Les saluda Eduardo Pineda desde Guatemala ✍🏻🇬🇹, reciban un fraternal saludo.
0. Invocación al Espíritu Santo
Envia Señor tu Espíritu Santo sobre mi, para tener la fuerza y el valor de ser tu testigo, que mi corazón sea un nido de paz, misericordia y entrega para que pueda anunciarte con la profundidad de mi fuerza. Que mi boca sea portadora de la Misericordia y de la Verdad, y que mis pies, caminen sin demora para ir a donde tu me necesites.
1. Lectura: Evangelio Según San Juan, San Juan 10, 31-42
31 Luego los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearlo, 32 y Jesús les dijo: “Les he mostrado muchas obras buenas de mi Padre, ahora, ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?
33 Los judíos le respondieron: “No te queremos apedrear por una buena obra, sino porque al decir eso, estás blasfemando contra Dios, porque tú mismo siendo un hombre, te haces Dios”.
34 Entonces Jesús les dijo: “En su Ley está escrito que Dios dijo: ‘Ustedes son dioses’. 35 Si a aquellos, a quienes vino la palabra de Dios, los llamó dioses, y la Escritura no puede ser quebrantada, 36 entonces en cuanto a mí, a quien el Padre santificó y envió al mundo, ustedes dicen: ‘Tú blasfemas’” porque dije: ‘soy Hijo de Dios’. 37 Si no hago las obras de mi Padre, entonces no me crean; 38 pero si las hago, aunque ustedes no crean en mí, al menos crean en las obras que hago, para que conozcan y crean que el Padre está en mí y Yo en el Padre”.
39 En ese momento intentaron nuevamente arrestarlo, pero Jesús escapó de sus manos, 40 y regresó nuevamente al otro lado del río Jordán, al lugar donde Juan el Bautista antes había estado bautizando y se quedó allí. 41 Y mucha gente venía a verlo, diciendo: “Juan, en verdad, no realizó ninguna señal, pero todo lo que Juan dijo sobre Jesús era verdad”.
42 En ese lugar muchos creyeron en Jesús.
Palabra de Dios
Que dice el texto:
Este es el ultimo viernes de la cuaresma, previo a la semana mayor, es la época en que nos vamos preparando para la Pascua, pero el Evangelista San Juan presenta el conflicto entre Jesús y las autoridades religiosas no es sólo algo que aconteció en el pasado. Hoy seguimos viendo esto: algunas personas se transforman en justicieros de su Justicia divina, condenan, amedrentan, amenazan y muchas veces en nombre de un dios sin misericordia, en nombre de su Jesús, en actitudes comunes y no digamos entre pueblos, las guerras, las condenas, las indiferencias, son y se convierten en la razón de ser de muchas divisiones.
En nombre de Dios se hicieron muchas barbaridades y se siguen haciendo hasta hoy. La cuaresma es un tiempo importante para pararse y preguntarse cuál es la imagen de Dios que habita en nuestro ser. Los judíos quieren apedrear a Jesús. Los judíos buscan piedras para matar a Jesús. Jesús pregunta: “Muchas obras buenas de parte del Padre os he mostrado. ¿Por cuál de esas obras queréis apedrearme?” La respuesta: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios.” Quieren matar a Jesús por blasfemia. La ley mandaba apedrear a tales personas.
Quieren matar a Jesús porque se hace pasar por ser Dios. Jesús responde en nombre de la Ley misma de Dios: «¿No está escrito en vuestra Ley: Yo he dicho: dioses sois? Si llama dioses a aquellos a quienes se dirigió la palabra de Dios -y no puede fallar la Escritura- a aquel a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo, ¿cómo le decís que blasfema por haber dicho: `Yo soy Hijo de Dios”?
2. Meditación ¿Qué me dice el texto?:
Cuando tú vivías entre nosotros Señor hubo personas que estuvieron cerca de ti, escucharon tus palabras, fueron testigos de tus milagros, y sin embargo, no creyeron. Y me pregunto: ¿Me pasará a mí lo mismo? Porque yo todos los días escucho tu palabra, hago oración, celebro la Eucaristía, pero ¿Creo de verdad? ¿Te creo a ti capaz de llenar mi vida? ¿Nota la gente que soy cristiano? Señor, creo, pero aumenta mi fe.
3. Oración. ¿Qué le digo yo al Señor?
Hoy Señor, quiero ser tu testigo, se que soy débil, temeroso y asustadizo, pero sabes que Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte. (Sal 17) (Momento de silencio)
4. Contemplación ¿Cómo interiorizo la Palabra?
Has un examen de conciencia sobre este texto: Yo soy el Hijo de Dios y actúa en coherencia
5. Acción: ¿Cómo hago vida la Palabra?
No intentaré defender a Dios con mis palabras. Procuraré hacerlo con mis obras.
Que el Señor les bendiga… y que vivan una semana mayor llena de Misericordia.